Mi musa eres tu.

La brisa te trajo a mi cual hoja de secuoya que tomo 9 meses en caer a tierra, y aunque mi memoria diga que solo te observé por un instante, el resto de mi aún guarda esa sonrisa en sus adentros y aún tiene como presente el sonido adyacente al momento en el cual rosabas el aire con tu pie izquierdo y rompiendo la barrera del sonido tus pasos llegaban a mis oídos, solo fue una frase lo que dijiste y solo fue una frase lo que respondí pero aún recuerdo la historia completa que fue contada por una sonrisa quebradiza en un manto de porcelana clara rodeado de seda oscura al cual tu llamas rostro.
Es que un segundo es todo lo que necesito para que la inspiración se desborde y agote el espacio virtualmente inexistente del subsuelo de mi mente proporcionándome un ligero dolor de cabeza al pedirle permiso a un corazón que no razona con nada más que no seas tú, para escribir directamente en el un poema inquieto que salta de desesperación, que quema y palpita como cortada en mi ser que se extiende y encoje hasta no poder aguantar más y abrir las compuertas de la represa de mi imaginación.

Y aqui estoy con el corazón en una mano mientras con la otra escribo lo que la inspiración sentada aqui a mi lado hoy me susurra al oído y tu nombre es todo lo que oigo y tu nombre es todo lo que escribo pero párrafos de entre las letras brotan y se abren camino para parecer no esconder las 7 letras de tu nombre entre ellos, y mientras lees preguntándote quien habrá inspirado este poema que sale desde el centro de mi corazón  logro esconder frente a tus ojos como mensaje secreto y respuesta al enigma y a tu pregunta una sola frase: "Mi musa eres tu".

Por: Ruben J. Ureña Solano.